Registro de trabajo en el aula
19 de marzo – Acto de inicio de clases
Era un día de fiesta. El caminito que lleva a la escuela Clemencia, bordeado de árboles, estaba envuelto en la neblina de la mañana. “Es un buen signo” nos dijo Francisco Franco, nuestro coordinador mbyá . Poco a poco fueron llegando todos: el cacique Ernesto Chamorro, la abuela Clemencia (líder espiritual y directora de nuestra escuela), integrantes de distintas organizaciones, Norma la maestra de la escuela provincial que funciona en la comunidad, el equipo MATE en pleno, los alumnos y las alumnas y los vecinos y vecinas de comunidad. Cada uno fue hablando y poniendo en común los sueños compartidos.
Mientras la niebla se desvanecía con los rayos del sol cada uno y cada una sabíamos que finalizaba una larga etapa de consultas y acuerdos y se iniciaba un largo camino para recorrer juntos.
20 de marzo – Primer día de clase
Facilitadores docentes: Lucas Areco (guía profesional), Ricardo Fernández (facilitador mbyá y gran conocedor de las costumbres y saberes tradicionales) y Raúl Correa (facilitador mbyá y líder juvenil con un muy buen manejo del español).
Alumnos y alumnas presentes: Lidio Martínez, Graciela Moreira, Abdón Ojeda, Justino Aquino y Hermes Aquino (Comunidad Fortín Mbororé), Margarita Fernández, Rubén Chamorro, Samuel Rodríguez y Teófila Benítez (Comunidad Yryapú) Anastasio Rojas Palacios y Miguel Mendoza (Kiritó Pindó, comunidad de Paraguay). Total: 11 alumnos
Estrategias
Se abre la clase propiciando un clima cálido y de confianza, para ello se recurre a la conversación informal con preguntas como: cuál es el nombre de cada uno, de dónde es, qué hacen cada día normalmente en la comunidad. Lucas comienza presentándose a sí mismo para romper el hielo y para que su presentación sirva de modelo al resto. Poco a poco algunos comienzan a soltarse. Ninguno es obligado a responder si no lo desea. La mayoría demuestra mucha timidez aunque comienzan a aparecer algunas sonrisas.
Raúl ayuda traduciendo y estimulando a cada uno a participar.
Pato se dirige a los alumnos en guaraní, les habla acerca de la vida y las costumbres de antes en la comunidad, sobre el proyecto, la importancia de capacitarse y de lograr la autogestión. Se observan gestos y señales de asentimiento entre los alumnos.
Lidio, que ya es guía en su comunidad, explica como organizó su guiada, qué palabras tuvo que aprender, cómo practicaba en su casa. También enfatizó la importancia de hablar con los abuelos para saber cómo eran las costumbres de antes. Lidio tiene la palabra y la sonrisa fácil, pone mucha vehemencia y sentimiento en lo que dice. Habla acerca de la importancia de que los que saben más ayuden a los que saben menos. De pronto, comienza a haber risas compartidas.
Esta primera clase fue muy importante para establecer los primeros vínculos, para que los alumnos y las alumnas vean que los docentes coinciden en los objetivos y fundamentalmente que lo que cada uno dice le sirve al otro para su propio discurso ( por ejemplo, la importancia de ser puntuales ya que ese día la mayoría llegó entre 20 y 30 minutos después de la hora acordada). Especialmente Lucas y Pato se apoyan mutuamente. La palabra de Pato es escuchada con respeto y atención. La clase se cierra con palabras de Pato y de Lucas acerca de la importancia de estudiar y cumplir con las responsabilidades
31 de mayo – última clase del módulo
Facilitadores docentes: Ariel Soria (biólogo), Pato y Raúl.
Alumnos y alumnas presentes: Lidio Martínez, Graciela Moreira, Abdón Ojeda, Justino Ojeda, Bernardino Fernández, Roberto Martínez, Santiago Martínez, Justino Aquino y Hermes Aquino (Comunidad Fortín Mbororé), Margarita Fernández, Rubén Chamorro, Samuel Rodríguez, Elvio Barreto, Ramón Duarte y Teófila Benítez (Comunidad Yryapú) Anastasio Rojas Palacios, Juan Riveros y Miguel Mendoza (Kiritó Pindó, comunidad de Paraguay).
Estrategias
Se desarrolló el último día del módulo y la emoción por terminar teñía toda la situación. “Hoy siento que no se termina nada sino que es el comienzo de todo” dijo Raúl con emoción. Propusimos hacer una evaluación del módulo destacando lo positivo y lo negativo para crecer juntos. El diálogo fue cordial y cálido. De los 18 alumnos presentes, 17 decidieron inscribirse para el próximo módulo, el que no lo hizo se lamentó por no poder hacerlo por cuestiones familiares. Todos y todas se mostraron satisfechos con el módulo, si bien señalaron algunas cuestiones a tener en cuenta para optimizar futuros módulos:
- Como autocrítica, señalaron que deben superar la timidez de algunos y hablar más. Sugirieron seguir conformando grupos mixtos en cuanto a su facilidad de palabra. Se les aclaró que habrá un futuro módulo que atenderá a estas cuestiones que tienen que ver con la interacción con el visitante.
- El poco manejo de la lengua española en algunos casos fue señalado como otra cuestión a atender si bien muchos comentaron que ha mejorado su español con respecto al principio.
- Puntualizaron la necesidad de que la capacitación vaya acompañada o relacionada con algún tipo de salida laboral para que la capacitación tenga sentido.
- Finalmente quisieron insistir en la confidencialidad que todos quienes integramos el proyecto debemos tener con respecto a la información cultural que se compartió durante el desarrollo de los módulos. Aclaramos que para nosotros ese es un punto fundamental no sólo durante toda nuestra actividad sino también al momento de elegir a aquellos que toman parte del proyecto conjuntamente con una actitud de respeto y sensibilidad hacia la cultura mbyá.
Posteriormente, como cierre, formamos un círculo. Cada uno y cada una (incluido el cacique que estaba presente) señalaron lo más valioso que les dejó el módulo y agradecieron a cada integrante del proyecto. Este final fue profundamente emotivo y afectivo para todos y todas. Un pedazo de nuestro corazón quedó dentro del aula para siempre.
Prof. y Lic. Viviana Bacigalupo
Especialista en Alfabetización Intercultural
Consultora Pedagógica
PROYECTO MATE – PUEBLOS ORIGINARIOS